Archivos para abril, 2018

Haciendo un recuento para no perderme en el camino, después de la cata 213 en casa de Alfonso, miembro del grupo y además anfitrión, nos invitó una paella. Se me ocurrió averiguar qué vino maridaba mejor. Hay que recordar que aquí en México es raro que las paellas tengan conejo dentro de sus ingredientes, y que son combinadas. Lo que vendría a ser un «Mar y Tierra» en España. Compré un blanquito, un rosado (Marqués de Riscal) y dos tintos que han pasado al olvido. La mayoría coincidimos de que fue el rosado el que mejor maridó. Sin otro propósito más que pasarla bien, disfrutar la paella y saber qué vino se llevaba mejor con el platillo. Yo mismo hice la paella,  por desgracia me he  pasado de sal, y en una paella es un pecado mortal 😦

De la 214 ya he reseñado lo suficiente, y la posterior la 215. Se trató de vinos mexicanos comprados por internet por Paco, y que en honor a la verdad no levantaron suspiros, a mí en lo personal me gustó un syrah de la bodega Campo Real Vinícola: Tierra Adentro 2011.  Me pareció no sólo bebible sino repetible.

De Líbano a Coonwarra...

De Líbano a Coonwarra…

En esta cata cuyas expectativas no eran ni altas ni bajas, simplemente un total desconocimiento de los vinos. Al final resultó uno que otro muy interesante. Empezamos con un blanco australiano muy refrescante. Founder´s Block 2014 vinificado con savignon blanc. Amarillo pajizo brillante y fluido, aromas intensos a piña madura y durazno. En boca es fresco, abocado al principio, de excelente acidez, quizás más de lo que esperaba pero que daba al conjunto una buena armonía, resaltando su vivacidad, nada mejor para el calor junto a la alberca con algunas viandas.

Altitudes IXSIR Blanc 2015. Un segundo blanco de otra hechura. Huele a té de limón, té negro, mandarina. En boca es amplio y amargo en el paso de boca, una característica que siempre me ha gustado en los vinos blancos. Para media cajita.

Sileni Cellar Selection 2012. Austero, sin muchas concesiones, no muy aromático, después de unos minutos asoma un leve aroma a ciruela pasa y pastel de fruta. En boca es redondo sin destacar nada, equilibrado. Me gustó para repetir.

Altitudes IXSIR Rouge 2015. Este pinot desconcertó a muchos que pensaban en un vino evolucionado, aunque estaban equivocados, se trata de un pinot noir. Huele a fruta roja en sazón, tierra mojada y algo de especias; mejorana. En boca se nota algo de CO2; al entrar algo de cosquilleo, frutal y de acidez moderada, tanino mullido. Para una cajita.

Founder´s Block Shiraz 2013. Aromas intensos a grosella nota lejana a ciruela madura. En boca es austero y de final corto. Repetible.

Founder´s Block Cabernet Sauvignon 2015. Nariz corta, fruta negra indefinida. En boca es de tanino y acidez mesurada, sin enamorar. Inmemorable con causa.