Archivos para octubre, 2012

Vinos de la 162

Este viernes nos hemos reunido menos miembros de lo usual. Así que tomé la difícil decisión de descorchar cinco botellas (oficiales) en lugar de las seis de rigor.
Empezamos con un Martín Códax 2011, un albariño muy agradable que no deja de ser bastante comercial. De color pajizo, brillante y fluido, nos da en nariz los típicos aromas de plátano, con algún fondo de hierbas que no alcanzo a definir. En boca es frutal, juguetón, con una nota mineral en boca muy agradable y refrescante, un vino de trago largo para una tarde calurosa. Repetible.

De la misma bodega: Bodegas Aragonesas llegan los tres tintos siguientes. Empezando con Aragonia 2008, 100% garnacha tinta, de la denominación de origen Campo de Borja. Ubicada al sur de la comunidad autónoma de Navarra, y aunque las variedades autorizadas son la: garnacha, tempranillo, mazuelo, cabernet sauvignon, merlot y syrah en tintas, y macabeo, chardonnay y moscatel en blancas, la más representativa es la garnacha tinta, y digo tinta porque hay blanca y tintoreta, esta última de las pocas tintas con pulpa roja. Retomando el Aragonia 2008. Un vino con 8 meses de roble francés y americano, huele a ciruela, humo, en boca frutal, discreto que así como entra se va; unidimensional, sin aristas que después de media hora huele a cajeta. Repetible.
Coto de Hayas 2011. Aromas marcados a grosella tipo jarabe para la tos, mermelada de cereza, tanino dulce y de acidez justa.
Garnacha Centenaria 2010, con una crianza de apenas 4 meses en roble francés, térreo, piedra de río, fruta negra, bien amalgamado, entrada amplia, goloso de final largo. El tinto que más ha gustado. Repetible.

Para variar un poco a la hora de las viandas he escogido sushi, con uno de los mejores maridajes posibles para mi gusto. Un Jerez que bien podría ser una manzanilla, aunque me inclino más por un fino, por sus aromas ahumados que le van muy bien al pescado y el arroz del sushi. Una de dos: han quedado muy complacidos y satisfechos con el maridaje, o han sido muy prudentes a la hora de calificar el maridaje. Pero creo que en realidad sí les ha gustado. El vino es un Fino de Montilla Moriles, Monumental, de la Bodega Conde de la Cortina. Sus 14,5 grados de alcohol son bastante moderados para lo que nos tienen acostumbrados algunas bodegas de tintos. Un fino, oro viejo con frutos secos y ahumados. Repetible.

Clos Du Val sabatino

Publicado: 14 octubre, 2012 en Vino
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Desempolvando una botellita que llevaba casi un año guardada, no pude dejar de pensar qué podía esperar. Clos Du Val Pinot Noir 2007 es una bodega que refiero a los merlot, pero no a un pinot noir… Bueno, de no ser un regalo de alguna alma caritativa, por algo estaría guardada, así que la descorché y me serví un poco.
De verdad quería disfrutar sin prejuicios esta botella en una apacible tarde otoñal. Pero los prejuicios son más frecuentes en las almas viejas, y la mía no es del todo joven. Lo primero que llegó a mi chata nariz fueron ciruelas maduras con un fondo térreo muy sabroso, en boca estaba un poco cerrado, pero después de unos minutos daba señales de sobre maduración y de una arista de alcohol que lo hace un poco pesado, así como aromas a maple y piloncillo. A medida que fue subiendo la temperatura se convertía en un vino más y más torpe, como cuando un gordito se quiere levantar del sofá. Sus 13.5 grados son muy evidentes, y para un pinot es demasiado, quizás un syrah o un cabernet lo aguanten, o por lo menos esa es mi idea de los altos octanajes en los pinot. Para mi gusto deben ser más mesurados y delicados. Este pinto me recuerda a la miel de maple que se le pone encima a los hot cakes. Definitivamente seguiré comprando el merlot de esta bodega.