Archivos para abril, 2023

Cata de variedades poco conocidas

Después de darle la bienvenida a Alfonso como nuevo miembro del grupo, nos dispusimos a celebrarlo empezando con dos blancos que se llevaron la noche. Podríamos calificar esta degustación como «la noche de los blancos o de las uvas poco conocidas». Con excepción de la riesling y la montepulciano, las demás no son tan comunes. He aquí la lista:

Gewürztraminer que aunque no la podamos tachar de una desconocida, tampoco es muy común. Una uva descrita como pink-skinned grape (uva de piel rosada) en The Oxford Companion of Wine, uva variante de la traminer que vinifica vinos blancos untuosos de cuerpo y muy aromáticos con marcados aromas a rosas.

Kerner: con alrededor de 5000 ha en Alemania en el año 2003. Uva resultado de cruzas con Scheurebe, faber y la huxelrebe, compitiendo con la silvaner hasta hace poco (1990). Hoy es la tercera variedad blanca más plantada de Alemania, sobre todo en Pfalz. Hay quienes la califican con similares características a la riesling, opinión que no comparto, ya que me parece más austera, además de que la riesling es una de las uvas blancas que mejor evoluciona.

Ciliegiolo esta variedad del centro de Italia, en la Toscana, es nombrada así en italiano por el parecido en sabor y color a la cereza. Algunas veces mezclada con sangiovese.

Piedirosso: Uva tinta de la región de Campania en Italia, conocida también como palombina. Plantada durante los años ochenta, llega hasta las poco más de 1000 ha de área de plantación.

Anglianico: uva de piel negra, de orígenes griegos y plantada en el sur de Italia con un total de 7,500 ha.

Dicho lo anterior comenzaré con el primer blanco. Les Princes Abbes 2019 (gewürztraminer) Un vino pajizo, brillante y espeso. Muy aromático con notas florales a rosa, cera de abeja, lichi y guanábana. En boca es muy expresivo, buen paso, abocado, untuoso buena acidez y final a agua quina. Excelente alsaciano, para comprar una caja. El precio: poco menos de 700 pesos, menos de 40 dólares.

Kerner Hambcher Scholb 2021. Un Spätlese que desmerece después de la contundencia del anterior gewürztraminer. Amarillo pálido, fluido con ribete verdoso. Aroma a melón y pera. Ligero, buena acidez y de final corto.

Ciliegiolo Tenuta Aquilaia 2020. De color picota con ribete rubí, turbio. Aromas a zarzamora, cereza negra y hollejos. Un vino tánico, un poco desenfocado y de acidez justa. Inmemorable con causa. El vermentino de esta bodega es una delicia ¿No todas las variedades hacen brillar a las bodegas…? ¿O no todas las bodegas hacen brillar las variedades…?

Faini Montepulciano D´Abruzzo 2020. Sin duda el que menos lució de todos los tintos: planito, con aromas lejanos a fruta negra indefinida, y diluido en boca. Nada que pueda justificar volver a descorchar otra botella.

San Gregorio Lacryma Christi 2019. Tinto vinificado con 80% Piedirosso y el resto Aglianico (uvas descritas más arriba). Lacryma Cristi. Huele a tofe, fruta negra en sazón. De boca amplia, aunque en conjunto no destaca algo que mueva a repetir.

Al final, ya que habíamos cenado y comentado los vinos, entre otros menesteres, se me ocurrió bajar a la bodega para ver que podía descorchar. Lo primero que vi fue un Bosconia 1998. Sin pensarlo demasiado lo saqué de su letargo y lo descorché con mucho cuidado, aunque el corcho no era precisamente un polvorón, ya daba señales de peligro. Un poco de aire hizo que nos envolviera con su encanto. Bosconia no ha dejado de ser uno de los mejores riojanos clásicos para disfrutar de su envejecimiento.

Viernes sahariano; la primavera hace sus estragos, ya que por estas latitudes es bastante extrema. Tiempo para acordarse de los blancos, aún para quienes dicen que el mejor blanco es un tinto. Desde hace mucho creo que existen joyas indiscutibles: Los riesling del Mosela, los alsacianos, los del Duero, los chardonnay de Chablis y Montrachet una gama para quitarse el sombrero. Esta noche es especial: Sergio nos acompaña después de unos días hospitalizado. También nos acompaña Alfonso, vecino a quien veo a diario cuando paseamos a nuestros respectivo perros. Gran entusiasta del vino.

En esta ocasión fue Italia, ese país de tantos contrastes, tan complejo en su mosaico vitivinícola; con más de 2000 uvas autóctonas. No sé para qué inventaron los supertoscanos, quizás por la nefasta influencia del mercado desatado por mr. Robert Parker y Michael Rolland. Con una producción de 60 millones de hectolitros en 2004, en disputa permanente por el primer lugar en producción con Francia. La sangiovese con alrededor de 90 mil hectolitros es la uva tinta que más se produce en el país de la bota.

Abrimos boca con un blanquito de lo más auténtico que he probado en los últimos meses. se trata del Tenata Aquilalia 2021 vinificado con vermentino. Color amarillo pálido, muy brillante. Tiene una nariz limpia a manzana amarilla, pera y espino blanco. En boca es muy vivaracho con un final a agua quina. Para una cajita.

Michele Chiarto moscato. Con burbuja tosca y 5% de alcohol, es un vino que huele a jabón, limón y en boca le falta acidez. Nada que ver con lo que piden: más de 500 pesos. Inmemorable con causa.

Egidio Barriques 2020. Vinificado con barbera, este vino piamontés tiene 18 meses en roble francés mitad nuevo. Proviene de la bodega Bosio. Huele a zarzamora, notas de cuero. Excelente acidez, tanino presente, y final largo. Repetible.

Brunelli añada no identificada. El importador está obligado a poner tantas etiquetas que se olvidan de datos tan importantes como la añada. Si el vino no lo trae en la etiqueta, que ya es costumbre, la contraetiqueta es imposible que la respeten. Amarone de Valpolicella 15 % de alcohol, vinificado con corvina. Un vino interesante que convierte casi en su totalidad el azúcar en alcohol, por esa razón tiene esos quince graditos. El primer golpe es alcohol. Después da hollejos, fruta negra y una nota especiada a pimienta negra. En boca también se distingue el alcohol, buena acidez y taninos firmes. Repetible.

Livio Paves Barbaresco añada no identificada. Un Nebbiolo, mismo caso del anterior: la añada si es que la traía indicada fue cubierta por otras etiquitas. Color ámbar, capa baja, brillante. Un vino que a primera vista parecería viejo, pero que tiene buena estructura, todo en su lugar y sin ninguna muestra de cansancio más que el color. Repetible.

Massolinoi 2019 de Langhe vinificado con Nebbiolo. 14 grados de alcohol bien integrados. Vino redondo de buen paso. Para guardar un par de botellas.

P.D. Fue una cata inédita ya que por primera vez hubo una Coca Cola en la mesa , como pueden observar en la foto 🙂 Pero no adelanten juicios. Sergio no podía tomar alcohol y llevó esa botellita. Todo sea por los amigos. Abur.