Archivos para agosto, 2011

Deliberando...

Imposible pasar por alto el acto de barbarie del jueves en Monterrey. La indignación, el miedo y la desesperanza juntas. Anoche todos nos preguntábamos, ¿qué sigue…?

Girando hacia aspectos de la vida que nos reconfortan y nos dan esperanzas…hemos dejado atrás los malbec, por lo menos de manera temporal. Hoy toca turno a Alfonso. Nos ha traído un repertorio variado, destacando algunos vinos de la tierra del canguro y del bumerán. Antes de empezar a descorchar los vinos, Alfonso nos dio una introducción a los dos vinos australianos de la noche, traídos precisamente de ese país, además de reseñar el panorama del comercio del vino a nivel mundial, destacando los principales países productores y consumidores. Australia ocupa el sexto lugar como productor de vino, sin embargo es el cuarto en ventas al exterior por volumen y tercero por precio. El vino australiano según datos de Alfonso, es de los más caros.

La idea principal de esta cata ideada por Alfonso, es medir los aciertos de cada uno de los presentes para identificar: país, uva y añada. Le decía de broma que si quería también el nombre y apellido de los productores… 🙂 La verdad es que eso ya sólo se ve en las películas, con este globalizado estilo de vinificar se ha perdido casi por completo la tipicidad, el terroir y todo aquello que pudieramos identificar para diferenciar un vino de otro. Pero la lucha se hizo. Para imprimir más emoción al asunto, Gabriel sugirió que cada uno depositara 100 pesos, y al final quien tuviera el mayor número de aciertos se embolsara todo el dinero. Curiosamente fue él quien ganó. ¿Casualidad o premeditación…?

Abrimos con un sudafricano, Nederburg 2006, que francamente no reconocí ni de cerca. Había además que escoger de una lista de cinco paises y cinco posibles añadas. A la mayoría les pareció un vino caliente, es decir muy alcohólico, sus aromas para mí están marcados por la vainilla, chocolate amargo, fruta roja (ciruela). Acidez destacable y de final amargo. Al último huele a toffee, forma pomposa de decir cafe con leche. Éste fue uno de tantos que no acerté a dar con su origen y por ende tampoco la uva. Quien me ponga a prueba con un sudafricano de uva shiraz y un australiano con cabernet sauvignon, no es digno de confianza 🙂

El segundo fue un australiano Ebenezer Shiraz 2006, de Barossa, a las afueras de Adelaida. De los pocos que acerté, por pura asociación. Australia-shiraz. Toques herbáceos, ciruela y pimienta negra, de entrada potente y muy tánico.

Sirviendo el tercer vino...

El tercero fue un Chateau La Grange Clinet 2006, otra trampita, ya que este burdeos como muchos otros no es varietal. Tiene un predominio de la merlot, pero también está vinificado con cabernet sauvignon y cabernet franc. Nariz corta, floral y con un paladar mineral y final amargo. De los que pasan al olvido pronto.

Seguimos con Isla de Lobos 2008, que de saber que era uruguayo la respuesta a la uva era automática. Tannat. Nariz difusa (tercera acepción) ¿a qué huele esto…? yo me pregunto. En boca es tánico y desenfocado. Palabras como: ligero, corto, flojo y plano llenaron la libreta.

El penúltimo fue el español, Vega Riaza 2005, un riberita con 14 grados de alcohol muy bien integrados, aromas a chocolate y roble, con buen armazón.

Por último otro australiano. Wynns Cabernet Sauvignon 2008, de Coonawarra. Podría definirse como unos de los vinos más especiados que he probado últimamente. Romero, tomillo, pimienta blanca… boca mineral y buena acidez. Me gustó. aunque creo que el favorito fue el cinco.

Desde aquí nuestros mejores deseos para Jorge y su familia, que todo salga bien en su viaje.

Casa Madero Cabernet Sauvignon-Merlot 2008, desde 1597

Ayer por la mañana leía en el periódico Reforma (Buena Mesa) que la vendimia en Baja California se adelantó este año, aunque en realidad la palabra fue pisca, término poco común fuera de nuestro país y sólo para referirse a granos, café y sobre todo algodón. Los pozos de agua se han ido recuperando en los últimos años. Después de diez de sequía, tres con buena lluvia han sido suficientes para llenarlos y reducir la salinidad, aunque aún yo no lo he comprobado. Y no me refiero a revisar los pozos sino a probar los vinos… 🙂 Les deseo lo mejor para esta vendimia, que este año sea muy próspero y que la fruta sea abundante y de calidad, si es que se pueden dar ambas cosas, lo demás dependerá de cada bodega.

Cuando nos referimos a la vitivinicultura mexicana, la mayoría nos enfocamos al noroeste de la República, a Baja California, pero pocos con excepción, que me consta desde que lo conocí, de Mr. Whitaker cuyos ojos están bien puestos desde hace mucho tiempo en el Valle de Parras, en el endeudado estado de Coahuila, como ya lo indican las modernas etiquetas de Casa Madero, otrora Parras, ahora Valle, quizás sea la mercadotecnia aunque el producto parece ser el mismo.

Pasando por los pasillos del súper me ha guiñado coquetamente un Casa Madero Cabernet Sauvignon-Merlot 2008, así que como acostumbro; estiré el brazo y metí la botella al carrito. Aunque haciendo memoria no fue precisamente en en el súper sino en Palacio de Hierro, y allí no hay carritos. El caso es que esa botella llegó a casa, y pronto tuvo su fin como los buenos toros (de dos astas). Un vino con músculo pero sin esteroides, de una nariz abierta y contundente a ciruela, con notas de pimiento y pétalos de rosa, por influencia de la merlot, también tiene algo en el fondo que me recuerda al toffee. Un vino amplio en boca de excelente acidez y siempre guardando una armonía impecable. Repetible. Disfrutable. Por cierto, aunque yo no bebo etiquetas, está muy bonita, el color del fondo resalta de manera elegante la tipografía. ¡Felicidades al diseñador…! Aaaah y también al enólogo.

Galiciano 2007, 100% mencía

El enlace entre mencía y Galicia para mi cariado cerebro es instantáneo y automático. Así como la garnacha tinta y Campo de Borja o La monastrell y Jumilla o la bobal y Utiel Requena.
La mencía hace también conexión en mi memoria olfativa con los aromas de refresco de cola, sobre todo el Dr. Pepper.
Galicia es tierra mágica de vinos con excelente relación calidad-precio. Por esta razón no dudé ni un instante en meter al carrito un 100% mencía de la Denominación de Origen Valdeorras. Por otro lado hablando de la fonética; me cuesta trabajo pronunciar mencía, me es más cómodo quitarle el tilde y pronunciarla como si fuera palabra llana. No sé por qué.

No hay mejor ocasión que un viernes por la tarde para probar uno de estos vinos gallegos, así que por menos de 150 pesos me hice de una botellita para más tarde refrescarla, descorcharla y finalmente hincarle el diente… o mejor dicho pasarlo por mis papilas gustativas repetidas veces.

Galiciano 2007. El resultado me ha traído una gran satisfacción en esta templada tarde veraniega, los aromas a refresco de cola son más que evidentes, así como aromas a ciruela madura, tierra mojada y notas de lavanda de fondo. En boca y después de un crujiente totopo con frijoles negros refritos y una salsa macha, me ha costado más trabajo del acostumbrado poder sacar los rústicos y sabrosos sabores de este estupendo vino gallego. Un vino que sin duda, no sólo repetiré, sino que buscaré para comprar por lo menos media caja. Me adelanto para quienes me pregunten dónde lo compré. En Sumesa. Para quienes vivan en el centro de la República.

Las últimas entradas de este blog han sido de vinos solitarios, porque a estas alturas de las vacaciones, no encuentro acontecimientos ni tampoco reflexiones importantes a considerar, y mucho menos a escribir. Este vino sí lo vale, tomando en cuenta su precio que no llega a ser económico, pero tampoco es muy caro.

Sela 2008

Publicado: 6 agosto, 2011 en Novedades
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Sela 2008

A principios de este año, en los últimos días de febrero, asistí a una vertical de Roda I dirigida por Gonzalo Lainez (Director de exportaciones), un viejo amigo de verema.com que nunca había visto en persona. Cosas del internet. Habló durante la cata de cosas muy interesantes, además de anunciar el nuevo vino de Roda en México; Sela. Pero, no fue sino hasta después de casi seis meses que pude probarlo. Su precio ($469). No entra dentro de los vinos de diario como lo anunciaba Gonzalo. Aún en España ronda los 15€. Sí, casi la mitad del precio en México. Pero aquí la bodega no tienen nada que ver.
Vinificado con un 96% de tempranillo y 4% de graciano, además de una crianza de un año en barricas seminuevas de roble francés. De la primera añada, que fue la 2008 se han embotellado 80.000, pero se piensa llegar a cien mil en las próximas añadas. Como me ha sucedido con vinos cuyo enólogo o gente relacionada con la bodega conozco, las botellas se miran de otro modo, y se pierde la poca subjetividad que pudiera existir, sin embargo admito que este Sela 2008 es un vino con una arista alcohólica muy patente, a tal grado que después de tenerlo un momento en la copa es difícil encontrar la fruta y algunos atributos que aparecen muy al principio, y no es que haya subido mucho la temperatura, aún estaba fresco. Quisiera comprar otra botella y concederle el beneficio de la duda, pero a ese precio las cosas se ponen un poco difíciles.

Viña Ardanza Reserva Especial 2001... el tiempo lo dirá

La Rioja Alta S.A. es otra de las bodegas ubicadas dentro del Barrio de la Estación en Haro, junto con: López Heredia, Muga y Contino Roda. Cuenta con 473 Ha, suficientes para la vinificación de poco más de la mitad de toda su producción, el resto la compran a otros productores de uva. El rendimiento de su viñedo es de 5000 kg/Ha.
Sus vinos maduran en 300 mil barricas. Viña Ardanza pasa por lo menos tres años en madera. Está vinificado con el 80% tempranillo y el 20% garnacha. El pago Viña Ardanza tiene un promedio de 30 años de edad, se encuentra en Fuenmayor en la Rioja Alta, de donde procede el tempranillo. La garnacha es de la Rioja Baja*.

La fermentación alcohólica se hace en tanques de acero inoxidable durante 14 días. La maloláctica concluye en 21. Tras su trasiego, los vinos pasan a barrica en marzo de 2002 permaneciendo 36 meses en roble americano de 3 años de edad media, siendo trasegados manualmente en seis ocasiones. En septiembre de 2005 pasó a botella*.

1964 fue sin duda una de las mejores añadas de la historia, tanto en España como en Francia, Italia y Portugal. 1973 es otra añada que para la bodega fue extraordinaria, por último la 2001, misma que aparece impresa en la botella de Viña Ardanza Reserva Especial. Es un vino que aún se siente joven, con intensos aromas a fruta negra en sazón, notas ahumadas y especiadas de albahaca, con un fondo de vainilla que me hace pensar en roble francés nuevo.(1*) De taninos casi dulces y mullidos, excelente acidez, buen paso por boca y largo. Pero hay algo que ni yo mismo puede explicar, soy muy escéptico de aquellos vinos que anuncian con bombo y platillos. Un buen amigo me comentaba que el enólogo Julio Sáenz «no tiene conciencia histórica» ya que ha probado poco de las joyas de antaño, y con eso de que han vendido sus añadas más viejas para financiar otros proyectos… ¡Ojalá! que sigan como hasta ahora, siendo sin duda una de las más reconocidas y clásicas bodegas riojanas.
Finalmente puedo decir que ahora mismo se deja beber y disfrutar, aunque unos añitos en la oscuridad no le caerán nada mal. Con un lechón al horno y una buena ensalada de tomate y aceite de oliva extra virgen al lado, debe estar mejor. Un vino para acompañar un buen plato, como los de antes, y no para catarlo con libretita en mano.

(1*) Aunque para mucha gente el roble americano tiene notas de vainilla y el francés especiadas, para mí tiende más a aromas de coco y su poro es más grueso. Identificando más al roble francés con las notas de vainilla.

* Datos obtenidos del portal de la bodega