René ha decidido volver a echar un vistazo a los rosados, incluyendo un champán. Empezamos con un Veuve Clicquot Rosé. Aromas de frambuesa de la pinot noir, variedad dominante. Color entre anaranjado y salmón, brillante y fluido, con burbuja fina no muy persistente. Aromas a pan tostados, y notas de frutos secos y de frambuesa. Seco, guardando un buen equilibrio entre los frutos rojos y la tiza. El segundo fue un Côtes du Rhône de Ogier; Heritages Rosé Ogier Caves de Papes 2008. Color salmón, brillante, notas de durazno y lavanda, en boca es flojo sin persistencia, acidez muy justa.
Uno que hacía tiempo que no veía, o no buscaba por los anaqueles, ya que nunca me ha interesado; Mateus. Un refresquito de naranja con burbujas obscenamente grandes y escasas. Cuando parecía mejorar un poco la cosa con el siguiente vino, un portugués, Defesa 2008, de la Bodega Heredade Do Esporao, vinificado con aragonés y syrah. Resultó un vino de color frambuesa y sabor a malvavisco de fresa.
Para no olvidarnos de nuestro terruño, un rosado de la Bodega Santo Tomás de San Vicente en Baja California, se trata de Santo Tomas Rosado 2008. Color anaranjado destellos ladrillo, aromas a ciruela pasa y tamarindo con algo de «jugo de manzana de tetrapack», su color y sus sabores sugieren que este vino ya pasó por su mejor momento. Al último ha llegado un cabernet de Somontano, se trata del ya conocido Enate Rosado 2008, un vino muy diferente a los anteriores, con sus 13,5 de alcohol, es un vino potente, aguerrido y contundente. Color y sabor cereza, con notas minerales.
Cata centésima trigésima quinta
Publicado: 3 julio, 2010 en CataEtiquetas:Defesa 2008, Enate Rosado 2008, Heritages Rosé Ogier 2008, Mateus, Santo Tomas Rosado 2008, Veuve Clicquot Rosé
comentarios
Veuve Clicquot Rosé no está mal, aunque prefiero su básico etiqueta naranja, por no hablar de su millésimé Vintage 2002 🙂 El Enate rosado está bastante bien.
Yo hace unos días he probado un rosado ecológico 100% Monastrell muy rico, y un Garnacha-Syrah también muy agradable.
Saludos.
Smiorgan:
Siendo «rosado» ecológico apuesto a que era color ocre. 🙂
Hay uno que faltó en la lista que me parece bastante agradable, el de Marqués de Cáceres. Podría agregar el de Señorio de Sarria, pero no llega a México.
Saludos
Jeje, pues no, es rosa pálido y brillante. No he probado esos otros rosados.
Saludos.
Y continua la gran incognita en el aire: Hay rosados de calidad? Todos los que probaron dejaban bastante que desear, de acuerdo a los comentarios. A lo mejor el rosado es un vino sin complicaciones y ya, y le estamos buscando 3 pies al gato. Me gustaria probar el de Tondonia, debe de ser bastante bueno, como lo prueban sus maravillosos hermanos
Un abrazo desde Tijuana…
Yo en un rosado busco frescura y frutosidad, y si es para comer, algo que me acompañe platos distintos de 2 o 3 tipos si no quiero pedir más de un vino. Unos aromas frescos a fresas y frambuesas, un paso por boca suave y un retronasal frutal, me llegan para un rosado.
Saludos.
Pues eso justo encontrarás en la mayoría.
Saludos
Doc:
Yo diría que hay dos clases de rosados, los sabor «motita de fresa» ¿te acuerdas de esos chicles en barra…? el mejor era el de plátano. Y los rosados con cierta estructura sin dejar de ser vinos juguetones, ligeros y frescos. Tondonia sería la gran excepción, un vino con barrica y muuuuy complejo. Haciendo estas dos divisiones, en el primer caso hay muchos refresquitos para el verano y hay otros poco más serios. Aunque nunca serán vinos muy evocativos. Pero qué mejor para un arroz con carne o con mariscos.
Saludos
Claro que me acuerdo del Chicle Motita, y claro que el de platano era el mas bueno, ya habra desaparecido? Bueno, sino, podemos abrir algun rosado de esos ultratropicales, o algun blanco que anda circulando por ahi… Estas en Irlanda?
Estuve, ya regresé. Como en el nuevo paquete de Aeroméxico «voy-vengo». Apenas seis días, 3 efectivos.
Saludos